[caption id="" align="alignleft" width="300"] ¿Debo asociarme? ¿Que recibiré a cambio ?.[/caption]

Las organizaciones de perfil asociativo y carácter empresarial o profesional, comparten diversas características singulares. El hecho de regirse por unas características propias en sus órganos de gobierno. Su vocación de servicio a un mercado centrado, generalmente, en sus propios socios y por lo tanto "finito". La exigencia de generar nuevos servicios para fidelizar y captar a un público cada vez más exigente, y por supuesto, por la tradicional labor de ejercer tareas de representación ante terceros.

La suma de estos objetivos, sitúan a estas organizaciones en un escenario singular, puesto que deben conjugar la credibilidad que se les supone como entidades de perfil público-administrativo, junto con la eficacia que se le exige a una moderna empresa de servicios. 

Para acometer con éxito todas estas acciones, deben dotarse de una estructura y recursos equiparables a una pyme de cierta consideración. El problema surge cuando comprueban que sus ingresos son más bien escasos, limitados, básicamente, a la aportación de las cuotas de sus miembros así como a otras partidas adicionales como pueden ser las subvenciones, la venta de servicios o  cursos de formación, entre otros.

Para garantizar su estabilidad económica, no sólo deben convertirse en organizaciones competitivas si no quieren perder el favor de la afiliación o el interés de sus potenciales clientes, sino que deben también convertirse en generadoras de nuevos productos o servicios que les permitan abrirse a otros mercados. Para ello, no existe otra fórmula que innovar para ofrecer valor verdadero a sus asociados para que estos puedan, a su vez, rentabilizarlo en el día a día de su actividad profesional. 

La suma de estos factores, su problemática y resolución, han determinado en buena parte el nacimiento de lo que hoy denominamos el nuevo marketing asociativo. Una disciplina del marketing, – como lo fue en su día el marketing online -, que ofrece pautas y caminos para dar respuestas y soluciones ante la demanda creciente de un sector que debe reinventarse para afrontar nuevos retos de un futuro que se avecina incierto.

En la actualidad, la opinión mayoritaria de la nueva generación de profesionales que integran el sector asociativo: decanos, presidentes, miembros de juntas, gerentes, directores generales, jefes de departamento, ejecutivos, atención al socio, etc,  coinciden en que ha llegado la hora de  buscar formulas imaginativas desde los valores que son propios en cada caso. De traspasar fronteras y clichés, y por fin, reinventarse cambiando las reglas si es necesario.

Innovar en todos los frentes posibles. Esta es la cuestión. Asociarse, compartir con otras entidades o empresas objetivos y causas. Capitalizar y transformar el conocimiento y la inteligencia que atesoran tradicionalmente, y convertirlos en nuevos productos y servicios capaces de generar ingresos atípicos para la propia organización y beneficio para sus clientes, sus asociados.

En definitiva, descubrir cómo convertirse en una auténtica marca de valor para todos y cada uno de sus asociados. Sin perder sus orígenes, su identidad, ni por supuesto, su razón de ser. Esta es y será la clave donde cimentar la búsqueda de nuevos horizontes en el sector asociativo.