El inicio de año es un buen momento para plantear los retos del futuro, también (especialmente) el que afrontan las asociaciones empresariales y profesionales, con la ayuda del membership marketing o marketing del socio.
La sociedad del siglo XXI se encuentra inmersa en una profunda transformación. La transformación ya está en marcha, está llegando desde todas las direcciones a un ritmo exponencial, y continuará para acelerar e re-evolucionar todos los campos de la actividad humana en la próxima década y más allá. Ninguna industria o profesión estarán exentos. Tampoco las asociaciones profesionales.
No es una época de cambios, es un cambio de paradigma. De asociado a cliente. De organización en clave de representación y lobby a empresa de servicios. En definitiva pasar de una actitud receptiva a proactiva, de un estado pull a push,. Para ofrecer a los asociados productos y servicios competitivos que sean realmente útiles para sus negocios.
Para liderar esta re-evolución hacia nuevos modelos de gestión e innovación empresarial, las direcciones y las Juntas Generales deben afrontar con urgencia tres retos fundamentales:
- Asumir los roles propios de una dirección ejecutiva con amplios poderes de gestión. - Abrirse al mercado convirtiéndose también en una empresa de servicios, además de seguir siendo la institución profesional de referencia. - Capacidad de empatizar y cohesionar al equipo de profesionales de la organización, especialmente al que genera los servicios y la atención al cliente/socio. El personal de la organización es nuestro principal activo.
El reto es claro:
Si los servicios que presta una asociación no son necesarios, no son competitivos, ¿cuánto tiempo tardarán en darse de baja o en dejar de comprar servicios sus asociados ?
No hay otro camino y no hay marcha atrás. Las juntas de gobierno, deben ir más allá de las limitaciones históricas como la tradición, la ortodoxia o la poca agilidad de la ‘gobernanza’, (en muchos casos contrarias a la agilidad de reflejos que exige una empresa de servicios moderna a la medida de nuestro cliente). Corren el riesgo de limitar severamente su capacidad de maniobra y deben “ceder el poder” en clave corporativa y de mercado.
El cambio en el sector asociativo ha llegado para quedarse. Hay que renovar horizontes, equipos, innovar en la creación y co-creación de productos y servicios para afrontar la tremenda transformación que está en marcha. La competencia está en todas partes; escuelas de negocios, plataformas de empleo, empresas de servicios especialistas en sectores profesionales, en la red...
Los servicios estrella que hasta hace poco sólo se encontraban en la asociación, han ido perdiendo fuelle y ya no son suficientes para garantizar la adhesión a nuestra organización, que es en muchos casos centenaria.
Escuchamos a menudo de las asociaciones mensajes como:
- la dificultad de gestionar proyectos de gran envergadura desde estructuras pequeñas y limitadas humana y económicamente
- la falta de expertise para vender productos, servicios y/o contenido
- la dificultad para de interactuar con los stakeholders sean o no de nuestro sector
- el reto de establecer alianzas
En definitiva la necesidad de disponer de herramientas para conectar y seducir a su afiliado.
Para cumplir estos objetivos, el órgano de gobierno, las juntas o los consejos que rigen el destino de las organizaciones profesionales y empresariales deben asumir la gran responsabilidad de “ceder” mando de la empresa a la dirección ejecutiva, del mismo modo que tantas empresas de tradición familiar dejan la actividad de la dirección empresarial a un ejecutivo/a de probada experiencia en la gestión de sus empresas, estén o no en crisis.
Este es el gran reto y a la vez la gran paradoja; traspasar cuota de poder para seguir ostentando dicho poder.
¡Y liderar así la re-evolución de la organización!
Puede ser un tema a comentar en la próxima Junta. ¿No les parece?
Comentarios